-¿Abuelo, por qué las plantas se doblan y se secan?
-Porque las flores, como nosotros, tenemos una misión y, una vez cumplida, doblan su espalda para abrazar a la tierra.
-¿Y se mueren?
-Sí, tal como nosotros.
-Me parece triste, abuelo.
-Puede serlo. Sin embargo, en otras culturas la gente canta y se alegra ante la despedida de una persona, aunque creo que los familiares cercano deben sufrir su pérdida. Acá, nosotros, tenemos mucho miedo a la muerte.
-Y entonces ¿para qué nace tanta gente?
-Por favor, me metes en un lío. Me haces una pregunta que tiene muchas respuestas. Los seres humanos nacemos para ser felices aquí y donde vivimos. Pero no somos felices todo el tiempo porque, entre otras cuestiones, hemos desordenado nuestra convivencia.
-A ver, abuelo, eso no lo entiendo.
-Puedo decirte que, siendo tú un niño, no tienes porqué darte cuenta que existen desigualdades que favorecen a unos y perjudican a millones.
-Sigo sin entender, abuelo.
-No te preocupes. Vas a seguir estudiando y creciendo y de a poco vas a ir entendiendo. Es muy probable que tú puedas ayudar, por ejemplo, a que sea menor la desigualdad entre los que tienen demasiado y los que no tienen casi nada. Nuestras familias han hecho grandes esfuerzos para que estudies en un buen colegio, pero otros niños no van a una escuela sino trabajan juntos con sus papás. Y será muy difícil que logren asistir a una universidad o a otro centro de estudios.
-Entonces, ¿cómo pueden ser felices las personas?
-Bueno, es algo difícil de decir y también de serlo. Según mi experiencia, para mí la felicidad fue cuando nuestros hijos nacieron y crecieron, que son tu mamá y tus tíos, o cuando amo y me siento amado por tu abuela, cuando pienso en ti y puedo estar contigo. Creo que te has dado cuenta que he estado en muchas instituciones y lugares donde he cumplido con trabajos solidarios, que me han dando muchos momentos felices aunque también muchas preocupaciones. La felicidad es como una forma de vida que se adopta agradeciendo lo que eres y lo que tienes, o que se puede rechazar sin darse cuenta.
-¿Es como decir hoy seré feliz?
-Sí, pero no es tan fácil. No es un acto de magia. Es la vida y la vida no es un chispazo; es crecimiento, un aprendizaje que no termina.
-¿Sabes abuelo? El niño que me molestaba todos los días ahora ya no me fastidia. La semana pasada me retó a una pelea cerca de la plaza del colegio. Yo acepté y le gané. Le pasé mi pañuelo porque sangraba por sus narices. Ayer, cuando me retiraba, me alcanzó, nos miramos y nos abrazamos. Ahora somos amigos.
-¿Te das cuenta? No siempre hay que pelear. Ojalá que nunca. Pero hay situaciones difíciles o dolorosas que cuando las superas provocan satisfacciones y dicha.
-¿Por qué me miras, abuelo?
-Porque es maravilloso ver cuánto has crecido y poder conversar contigo de estas cosas que nunca pensé que sería tan pronto.
-He pasado un lindo fin de semana contigo, con mi abuela y con las perritas Kiki y la Isa.
Autor: Vicente Corrotea
Fotografía de la familia: Renato y yo.
Y yo he pasado un rato precioso leyéndote. Soy yaya también de una niña de tres años. Besetes.
ResponderEliminarMi nieto llegó ayer de un viaje por España (yo apenas conozco Chile). Estuvo en Madrid y Avila. Mañana domingo vendrá a visitarnos. Es probable que escriba algo de este encuentro.
EliminarAbrazos.
hola vicente que me a gustado la conversación con tu nieto, los niños llevan su inocencia en todo, y que mejor respuesta le has dado tu, no hay otra yo creo que si todos pusieramos de nuestra parte habria un mundo mejor, el dinero lo mueve todo, no tendria que haber ricos ni pobres, tambien tengo un nieto de seis años y me hace preguntas y le respondo de la mejor manera que sé para que no se preocupe, feliz finde gracias por dejar tu huella en mi blog besitoss
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Tener nietos es como otra etapa de la vida y merecen que entendamos sus razones e imaginación.
EliminarHasta pronto.
"La felicidad es como una forma de vida en la que se agradece lo que eres y lo que tienes" precioso Vicente, qué bonito hablarle así a tu nieto, es muy afortunado también al tener el privilegio de contar contigo. Un abrazo.
ResponderEliminarA veces pienso que los que somos abuelos somos un poco mejores que otros. Claro, no debe ser así. Me pasa que cuando estoy solo en mi trabajo -especialmente de noche- me río de las preguntas o dichos de Renato, Y me siento un poco más dichoso.
EliminarGracias por allegarte a mi vereda.
A veces pienso que los que somos abuelos somos un poco mejores que otros. Claro, no debe ser así. Me pasa que cuando estoy solo en mi trabajo -especialmente de noche- me río de las preguntas o dichos de Renato, Y me siento un poco más dichoso.
EliminarGracias por allegarte a mi vereda.
Hola Vicente, con tanto cambio de Facebook y mi edad ando media perdida, pero insistiré hasta lograrlo de nuevo, un abrazo para los dos aquí si se ve tu nieto, linda foto.
ResponderEliminarY yo también por la edad estoy cometiendo la terrible descortesía de no saber ubicarte ni conocer tu blog. Creo que eso no merece perdón pero igual te lo suplico. Gracias por llegar a esta andadura.
ResponderEliminarTu nieto es muy afortunado de tenerte.
ResponderEliminarY tú también de tenerlo.
Disfrutad.
Por cierto. Contando bien los años son más de 70, pero Renato me ha restado unos 8. ¡Viva la diferencia!
EliminarInteresante diálogo con tu nieto que considero que tiene más valor de convivencia, que es lo que en el fondo queda, que el contenido en sí que creo que para él va a significar poco porque tiene toda la vida por delante. De todas formas me ha gustado entrar y te invito a que en adelante compartamos otros comentarios. Un abrazo
ResponderEliminarCiertamente la convivencia -incluido el gran abrazo de Renato- es lo substancial en mi relación con él. Pero sus palabras son una canción para mí. Estaremos asomados a nuestras ventanas
EliminarEs verdad que fue la lectura de tu diálogo el que me dio la idea y te lo agradezco a tí y a tu nieto. Lo de contar mis intimidades lo cierto es que cada vez que lo considero oportuno entro en ellas sin mucho pudor, pero siempre como parte del discurso general. Gracias de nuevo y un abrazo, amigo
ResponderEliminarConvengo contigo: La intimidad no debe dejar de ser eso, a no ser que compagine grata y someramente con nuestro mensaje.
EliminarAbrazos.
La fotografíe se todo un primor y el diálogo con tu nieto es una verdadera lección de vida, gracias por compartir tu felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Rafael Humberto: Gracias por lo que me escribes. Tus poemas vestidos de sencillez y sentimiento son parte de mis lecturas. Abrazos.
EliminarDon Vicente, somos unos afortunados de compartir a Renato y cada día nos damos cuenta cómo ha crecido y es una bendición de Dios el poder compartir con él sus conversaciones, sus inquietudes y también aún sus niñerías.
ResponderEliminarY como ha pasado de rápido el tiempo ya es como él dice: "Lela ya soy un pre
adolescente", pero para nosotros aún nuestro niño.
Don Vicente, tenho três netas e um neto, entre 9 e 3 anos. Sei muito bem como são e o que significam, para nós, estes diálogos. São eles os netos e os diálogos que nos dizem o quanto nos distanciamos e esquecemos do "ser criança". Um grande abraço.
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