Los techos se sienten cautivados
por la primera lluvia de otoño que los acaricia
con sus suaves lencerías transparentes.
Yo, cómplice silencioso de la noche,
me abrigo de recuerdos
cargados de tiempos,
dejo que la llovizna
se acendre en mi cuerpo.
Vicente Corrotea
Es posible que con los libros pase lo que me comentas en mi texto. O puede que sucedan otras cosas que hoy no contemplamos. Me encanta la suavidad de tu poema y me alegro que intercambiemos comeniotarios. Gracias, amigo. Un abrazo
ResponderEliminarPor cierto no somos dueños del futuro. Vislumbramos que los sistemas de gobierno, la tenencia desmedida por unos pocos, la forma de alimentarnos, etc. van a sufrir un gran cambio, ni sospechamos su costo. Pero ahí están ellos, los niños, con su porqué, con su mañana más luminosa.
EliminarTú sabes, y te lo he dicho, que nos entiendo por qué no fui maestro, por lo que tengo un especial interés de tus testimonio.
Abrazo.
Muestras una experiencia de la lluvia ajena a muchos de nosotros en que lo que primero se nos ocurre es evitarla tapándonos
ResponderEliminarSaludos
Creo que nos hemos encontrado en un cruce de percepciones: veo tus fotos y me pregunto cuándo lloverá sobre la tierra andaluza. ¿Caerá suave o violenta? Mientras que por acá, cuando comienza la lluvia los chiquillos se escapan a las calles a celebrarlo hasta que las madres los llamen. Y si conocieras el sur nuestro, joven, hermoso, verde y lluvioso... Al fin, uno ama su terruño.
EliminarAbrazos.
Hermoso poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Nunca tan hermoso como los que he visto en tus páginas.
EliminarAbrazos.
Me gusta lo que he leído. Con tu permiso voy a colocar tu blog en la sidebar del mío como recomendado. Un saludo
ResponderEliminarGracias por incluirme entre tus recomendados. En realidad me siento orgulloso de que estés también en mi cuadro de seguimiento y entre mis blogs favoritos.
EliminarAbrazos.
Nada mejor que el abrigo de los recuerdos, esos que nos acompañan por la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Rafael. Sin embargo, también tenemos recuerdos que nos hacen sufrir y quieren que los tomemos en cuenta en la memoria. Así en la vida, se dirá.
EliminarAbrazos.
No hay mejores momentos para escribir
ResponderEliminarque cuando se siente la lluvia
en estos días en mi sur es abundante.
Ya lo sé y no puedo evitar un poco de envidia por tu suerte. Y el cielo es mucho más saludable.
EliminarGracias por tu compañía.
Hasta pronto.