Me gusta volver a mi casa
con el ladrido de mi perro
anunciando mi llegada.
Nace la plática de las circunstancias:
que el hijo armó los muebles nuevos,
que mi mujer se encontró con Clementina,
que la gardenia ha reverdecido,
los consumos del hogar están pagados
y que no he terminado de leer ese libro
que me embriaga de emociones.
y que no he terminado de leer ese libro
que me embriaga de emociones.
Me gusta estar en mi casa
cuando el ave nívea vuela sobre la mesa
y se extiende orgullosa de sentirse necesaria
del conocido rito de ubicar cada cosa
sin que falte nada en la hora del sustento.
La vida nos ha ofrecido
más de lo indispensable,
resguardando el don del agradecimiento
en el aposento secreto del corazón.
Vicente Corrotea
en el aposento secreto del corazón.
Vicente Corrotea
Un intenso amor por tu hogar, el perro y los libros que contigo moran, se desprende tus versos, y me gusta ese arraigo hogareño y la forma poética de hacérnoslo llegar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro, Fanny. El hogar es el mejor lugar para estar.
EliminarHermosa publicación.
ResponderEliminarEres un ser agradecido.
Un abrazo
El agradecimiento es parte del amor, de los años que han pasado casi sin darnos cuanta.
EliminarGracias.
Cierto, la vida nos ha ofrecido más de lo indispensable.Somos privilegiados en un planeta que tanta necesidad alberga...preciosas tus palabras que comparto,la cotidianeidad del hogar,el agradecimiento por todo lo recibido. Un abrazo Vicente y que sigas tan bien.
ResponderEliminarPor eso me duele que existan personas que no tienen un lugar donde llegar después de su jornada o, si lo tienen, no hay alguien que les espere.
EliminarAbrazos.
Agradecido de la vida
ResponderEliminarde sus dones
saboreando esa plenitud a diario
una casa donde se cultiva el buen querer y seguir soñando
los caminos maduros del ser humano.
Desde nuestra personal comunicación con Dios una de ella es el agradecimiento.
EliminarGracias Magdeli.
Coincido contigo Vicente, me gusta llegar a mi hogar y encontrarme con todo lo que me hace feliz, "en casa no hay perro" pero sí mucha música, libros, y lo mejor de todo "mi nieta de casi cuatro años que es un encanto". Gracias por tu visita.
ResponderEliminarSaluditos.
Eso me hace falta: una nieta. Sólo cuento con un nieto de 11 años. Esperaré tus fotografías que motivan mi imaginación de volar a lugares hermosos.
EliminarAbrazos.