Me elevo
desde tus pies,
testigos de nortes y odiseas,
buscando con mi lengua y mi alfanje
el feliz destino
en tu ánfora rosada
entre dos pilares
protegida,
sin conjuros ni dioses,
solo con unos versos
que rememoro
en silencio.
Confiesas
que el céfiro constante
y la ventisca
han menguado
algunas hojas
de este verano.
No eres roca impasible
castigada por el oleaje sin fin, digo,
sino carne y fruto derramados
en el paso de cada jornada.
Tendidos bajo la noche de inmenso misterio
recorremos sin palabras el pasado,
historias pausadas
a veces cargada de aventuras y esperas,
buscando la lluvia atrevida
más que a la luna tranquila.
Con nuestras emociones vibrando
vuelvo a estacionarme en tu huerto escondido
sintiendo cómo asciende la noche
en su reguero de estrellas,
acogiendo la madrugada
mi renovada existencia.
Vicente Corrotea A.
Imagen tomada de Google
En un día 13 de marzo hace 43 años Lucía Eliana y yo celebramos nuestro matrimonio, un día soleado como ahora. Era un tiempo radiante, lleno de ideas, proyectos y emociones.
Tenemos todo lo que necesitamos. Es probable que mi única ambición sea dejar mi trabajo que merece de ciertas obligaciones y dedicarme a otras más personales y gratas. Pero su remuneración es todavía muy útil para nuestro presupuesto.
En fin, me he detenido acá porque les guardo el cariño que se desarrolla con la comunicación sincera, la misma que me hace compartir este momento con ustedes.
Vicente.
Excelente homenaje a tu compañera de vida, Vicente. En nuestros tiempos, 43 años son cifras que no se alcanzan a compartir fácilmente porque el desamor aparece con relativa facilidad. Te lo dice quién está llegando en este 2019 a su aniversario número 50 de matrimonio. Lamentablemente por lo que se ve, somos "aves raras".
ResponderEliminarUn abrazo.
¡50 años! Podría ser mi meta. Puedo decir que nos casamos "tarde", a los 34 años de edad y "a la antigua".
EliminarOjalá tú puedas celebrar como corresponde los 50 pues es una grandiosa y hermosa cifra.
Abrazos.
Yo también, estimado Vicente, me casé tarde, a los 33 e igualmente a la antigua en casa de la novia. Gracias por tus buenos deseos.
EliminarFelicitaros a los dos por llegar a celebrar no aniversarios sino decenarios. Para algunas cosas merece la pena engrosar el grupos de los "raros".
ResponderEliminarFelicidades y un saludo,
...Como yo aprecio tus trabajos acompañado de tu hijo. ¡Cuántas buenas conversaciones habrán sostenido!
EliminarAbrazos.
Muchas felicidades y que sean muchos años más disfrutando de vuestra mutua compañía. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Katy. Y para disfrutar hay que ser positivos. Hemos logrado saber reírnos de nuestros achaques y saber cuidarnos.
EliminarAbrazos.
Vicente, ¡Feliz aniversario! Es una noticia muy emotiva, comunicada con tierna emoción. Gracias por compartirla con nosotros, humanizando este espacio y a mí misma.
ResponderEliminarUn abrazo a ambos.
Agradezco tus palabras, Fanny. Sólo devuelvo lo que ustedes me regalan, si lo logro.
EliminarHasta pronto.
Felicidades, Vicente! Tanbien para tu compañera de viaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Jordi: Aprecio mucho a las personas que tienen una visión para descubrir lo hermoso y poder retenerlo.
EliminarAbrazos.
Bello homenaje a tu amor de toda la vida, una relación admirable. Felicidades y abrazos.
ResponderEliminarSin embargo, Maru, creo que quedo debiendo algo en mis obritas para ustedes y algo más en mi amor por mi compañera.
EliminarGracias.
Mi enhorabuena, aunque un tanto tardía.
ResponderEliminarNo has tardado, Felipe.
ResponderEliminarEscribes, como yo, de las personas mayores especialmente, por supuesto cada uno en su estilo y con su experiencia.
Gracias por venir a mi casa.
Que entrañable es esta entrada
ResponderEliminarentibia el corazón del romántico y se aprecia la vida buena y única
que quizás muchos alcancen a pesar de tantos cambios y reveces...
Poema hermoso para celebrar esa unión donde el amor es lo que prima.
Estés muy bien.
Ha sido grato leer por aquí.
No sé cómo pasé por alto tu saludo, apreciada Meulen. Para ti un abrazo grande.
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