viernes, 15 de septiembre de 2017

NO LLEGO

Jugaba todas las tardes en el parque. Era feliz y por cierto también lo era su abuelo. Su risa infantil se esparcía como notas musicales que vibraban en el alma de grandes y chicos.


Pero no van a llegar. Hoy no y mañana tampoco.

Su abuelo, que anda cerca de los 90, sostenía su vida y sus ganas de vivir sobre esa varita suave que era su nieto -en realidad su bisnieto- y pláticas sobre estrellas, ríos, manzanas, lombrices y plantas conectaban a esos dos seres. Andresito, de cinco años, ha preguntado por su abuelo. "Tiene un dolor en su corazón y debe descansar para que sane". 

En el parque hay otro solitario: El columpio, ese que el abuelo reparó para su nieto. "¿Entonces, quién me va a hablar del sol del verano que acaricia las uvas o de la lluvia del invierno?". Su mundo se ha vuelto irreal. El tiempo "no anda como antes". Ayer hizo un dibujo de su abuelo "para que se mejore". No sabe cómo estar en este invierno pues es diferente a los anteriores.

Cierto, ha sido el más helado en muchos años.



Vicente Corrotea


6 comentarios:

  1. Hermoso, tierno y triste.
    La vida tiene estas cosas...
    Un abrazo, buen fin de semana

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    1. Si ya sabemos que existe la vida también debemos aceptar que ella se va escapando, aunque sea con dolor.

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  2. Es la realidad, el niño también está aprendiendo en estos momentos de su abuelo, está aprendiendo que lo que hicieron juntos siempre quedará, que la vida tal y como la conocemos un día se termina, pero si dejas un buen recuerdo ha valido la pena...un abrazo Vicente.

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  3. Así es, Maru, nacemos para aprender de la vida y muchas veces lo hacemos con dolor. El dolor en el cuerpo nos indica dónde puede haber alguna anomalía como el dolor existencial nos puede hacer crecer.
    Abrazos.

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  4. Precioso texto, muy corto pero sobrio, claro y selectivo. Hay ahora un anuncio en la tele de aquí en la que se ve a un abuelo y a un nieto construyendo y cohete para subir a la luna. En la secuencia siguiente, se ve que ha pasado el tiempo y el niños busca a su abuelo para seguir la construcción y el abuelo mira al nieto pero no lo reconoce. El niño llora mientras la voz en of dice que el abuelo ya se ha ido a la luna. El nieto se hace investigador para llegar hasta donde está su abuelo. Un abrazo

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    1. Conmovedor el anuncio. La conección del mundo de los niños con el mundo de los abuelos crea una simbiosis que hace mejores a ambos, fundando relaciones de confianza.
      Abrazos.

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Agradezco sinceramente tu comentario.